El poder de la fila y veinte años después

Hay libros de todos los géneros, pero no todos merecen leerse. Hay películas basura y libros basura. En l novela «El péndulo de Foucault» de Umberto Eco, hay una editorial secundaria a la de los «diabólicos» que maneja una colección llamada «La hora de la Azucena», que en pocas palabras tiene como escritores auto financiados a supuestos poetas, del tipo de «prefiero que mueran diez mil humanos a un árbol» (aquí pongo un ejemplo extremo con referencias a una poetisa de otro libro).

El caso es que no puedes ir contra la vida, no puedes engañarla. No es posible pensar una relación a largo plazo basada en engaño, o que valga la pena dar una «copia energética para engañar Al Aguila» para proseguir un camino real.

Antes de seguir la idea, un libro decente que leí hace años recoge la idea de las nueve autoridades, y uno de ellos es «el poder de la fila», pero antes de seguir una autoridad hay que poner las cosas en perspectiva y usar sentido común.

Hay problemas de perspectiva en el camino esotérico. Los new age te dirán que «debes romper el paradigma», los bien intencionados que debes «regresar a las raíces».

Un reloj descompuesto por lo general da la hora bien dos veces al día.

Cuando vas creciendo como persona, es posible que te enfrentes a nuevos retos. Los retos reales no son ni pueden ser cosas como conseguir llenar tu colección de cromos de «One Piece», o ver todo «Bleach» en anime, simplemente porque es una pérdida de tiempo, y por lo general implican como logro el verbo «comprar» mientras otro es el que tiene que ver por tus necesidades reales básicas.

Tengo que poner un ejemplo de perspectiva.

Hace unos años comentaba como ejemplo de perspectiva un asunto prehispánico y perspectiva que te da el mundo real. Por azares del destino alrededor del año 2000 al 2002, estuve haciendo en México un trabajo de desarrollo en la CEDA o central de abastos en la ciudad de México, es decir, el macro centro de distribución de alimentos que surte a la ciudad y zonas cercanas. Me moví en esa zona siete días a la semana durante casi tres años. Unos años antes en 1993, el primer sistema o programa de computadora grande que hice, fue un sistema en MSDOS Turbo Pascal 6.0 para uso interno de supermercados, que se basaba en métricas de contabilidad, sentido común y varias pláticas informales con personal de Vigilancia PBI y civiles (personas que andan vestidos de civiles evitando robos).

En un momento dado por el año 1996 tuve contacto con unos clientes de «perfumes genéricos» o contratipos , con locales en Todo Querétaro , Guanajuato, San Luis Potosí, Durango y partes de la ciudad de México. Uno de los proyectos con ellos fue planificar una entrada de otro socio que tenía locales en tianguis , y ver la posibilidad de locales para pasar la venta de los puestos y eliminar sus puestos. Esto me permitió tener una idea de los problemas de seguridad en el comercio tanto en CEDA, supermercados, y tianguis. Todos eran sistemas de seguridad diferentes con problemas diferentes… y jurisdicción diferente.

Allá por el 2000 el gobierno de México empezó a sacar unos folletos que mencionaban la idea de los «guerreros pochtecas» que podían usar armas en un mercado y se caracterizaban por tener grandes tocados de «arte plumario» y abanicos,  he visto el tema de los Guerreros Pochtecas mencionados fuera de contexto en libros de Historia, pero casi todo son cosas que la gente no entiende de las reglas históricas o de sentido común.

Por una parte hay grupos de new age que estan convencidos de orden guerreros pochtecas que es posible resucitar «espías prehispanicos», cuando  una cosa eran los oportunistas que buscabn información para vender y otra los guerreros con armas que podían hacer algo. No es que observar sea malo, pero ser TRAIDOR si. Esas personas que en sentido literal buscaban blancos CRIMINALES, no militares, para realizar acciones criminales, fue algo que se hizo en el medio prehispánico en el mundo clásico, lo hacian mas entre nahuas texcocanos y de la triple alianza. Los purépechas lo veían como algo innoble igual los mayas. El punto de vista aceptado sobre ese tipo de actividades era que los famosos «espías pochtecas» eran porquerías que se vendían al mejor postor, y para fines prácticos en el contexto actual mas conocido, confunden a los de seguridad de los mercados con Orden Guerrera. La jurisdicción y el derecho de portar armas era en un mercado y no fuera de el o en actividades guerreras.

Citandome a mi mismo de otros sitios (mezclo dos o tres temas que escribí) :

El contexto es que en los tianguis o mercados de Tlatelolco habían guardias, como en la central de Abasto. Podían portar Armas y usaban abanicos. El contexto es como confundir a la policía de Central de Abastos o la Merced con “Orden Guerrera de la Merced” o del tianguis de El salado.

¿Como convirtieron al equivalente prehispánico de guardias de la Central de Abastos en una orden de Guerreros comerciantes? ¿ Los abanicos eran símbolos de hombría o logros guerreros? Como explicamos antes en Rojo Intenso, probablemente la idea de guerreros pochtecas la sacaron de leer al pie de la letra una nota del gobierno. No entra en contexto tradicional ni antropológico.

El problema es que es como suponer que en el año 2600 se va a hablar de la sagrada orden de los Policias Bancarios e Industriales que defendían a “el templo Nacional de Mexico BAH-NA-MEX” que viene del maya préclasico “portador de los palitos”

Pueden seguir conque los pochtecas son una orden guerrera, pero no hay información de antropologos reales de que sea asi.

Suponiendo que sigan los otros estándares No me imagino que acciones tenían que hacer los guerreros pochtecas para obtener un abanico. No creo que los que defienden a los guerreros pochtecas  se pongan atuendos de plumas y portar abanicos ceremoniales por lo menos en publico =P

En ese contexto, hay cosas para los que se usa la simple observación. Hay lugares donde uno se contamina estando allí, y otros que se la quieren dar de Villoncechicometlis (de los que no puedo hablar ni se debe de hablar) sin entender cosas que te da la observación real y la perspectiva.

Pero el poder de la fila, no es lo que parece. Es una situación real.

Usando un ejemplo, hace unos diez o quince años, y probablemente existen todavia, habían unos excelentes tacos de guisado en la calle, no en puestos establecidos, saliendo de Metro Sevilla, y que terminaban su venta alrededor de las 14:30 horas. Ellos no llevaban más que cierta cantidad. Empecé a ir por 1980 con mi papá en coche desde Polanco o de la anzures, y recuerdo un sabor buenísimo en los de papas con chorizo y albóndigas.

El caso es que uno no sabía que podía pedir. Eran en promedio unas veinte a treinta personas haciendo fila, y aunque vieras que había de rajas, podía ser que al llegar ya no hubieran de rajas porque alguien se los había acabado. Es aproximadamente como muchos piensan de jóvenes en tener su propia casa y al llegar allí se dan cuenta que ya no es posible , o en el ejemplo, que los de rajas ya se acabaron por ese dia.

El poder de la fila es el de paciencia y perspectiva. Si llegas temprano a la fila te van a atender primero ,y aunque el que está enfrente no tiene idea, tiene un poder sobre ti porque tuvo mas «voluntad de acción» o vivía mas cerca.

Es en esta perspectiva, que te das cuenta que cierta comida es mala o buena, o que no puedes estar en cosas prehispánicas o del cuarto camino siendo descortés.

Usando otro ejemplo, hay policías hombres que parece que llevan siete meses de embarazo, y lo mismo pasaba en un mercado antiguo. Así como te puedes encontrar a un PBI en la lela con su celular, lo mismo encontrabas en los mercados prehispánicos a Guardias con abanicos en lugar de con mirada atenta.

Así que Veinte años después te das cuenta de personas que no tienen perspectiva porque nunca estuvieron en el mundo real.

El mundo real no es tener coche del año , vestirte de plumas para después emborracharte ( que los hay), y lo que importan son la personas con derecho legal a defenderse y con la mirada atenta. Pero eso no los hace guerreros pochtecas. Usar abanico menos.